La ruta del Boquerón de Estena se encuentra encajada dentro del Parque Nacional de Cabañeros, siendo este uno de los espacios naturales más emblemáticos de la Península Ibérica. Fue aprobado como máxima figura de protección en 1995, con la finalidad de garantizar la preservación de los elementos naturales únicos que lo integran. Este enclave consigue mantener grandes extensiones de monte mediterráneo, lo cual incluye bosques y matorrales mediterráneos, bosques de ribera, turberas y algunos espacios más limitados de vegetación atlántica. Cada ecosistema contiene una flora y fauna asociada, entre las que se encuentran algunas especies amenazadas como el águila imperial, la cigüeña negra y el buitre negro.
En cuanto al paisaje, debe hacerse una doble distinción, fruto de la existencia de dos grandes estructuras geográficas claramente diferenciadas: las sierras y las rañas. Las primeras tienen un origen lejano en el tiempo, datado de unos 300 millones de años, durante las orogenias acontecidas en la era paleozoica, culminando a una altura de 1440 metros (pico Rocigalgo). Las segundas se tratan de planicies de larga extensión a pie de las estructuras montañosas, un claro producto de la fuerte erosión recibida a lo largo de los millones de años; las rañas, además, están representadas por terrenos allanados, consecuencia de la antigua actividad agrícola acaecida en la zona, estos espacios de baja pendiente son salpicados por árboles como las encinas, donde se crea un ecosistema único sustento de especies tan relevantes como el lince ibérico.
Vista del valle fluvial originado por el Río Estena |
Parada 1. Citar 5 factores abióticos que sean determinantes para el sustento del ecosistema observado en la imagen. Por otra parte, crear una cadena trófica formada por al menos tres especies, indicando las relaciones que se establecen entre ellas.
Continuando la marcha, al observar la litología del terreno se aprecia una clara predominancia de dos tipos de roca: las pizarras, siendo estas oscuras y frágiles, y las cuarcitas, claras y macizas. Ambas comparten una naturaleza sedimentaria marina. Las pizarras corresponden a fangos arcillosos, las cuarcitas a bancos de arenas cercanos a las costas, la compactación de estos materiales durante millones determina la formación de las mismas.
Huellas de trilobites sobre las cuarcitas |
Al observar en detalle las estructuras geológicas durante la travesía, se pueden distinguir rastros y restos de organismos que habitaron en el pasado, concretamente durante el Ordovícico hace más de 400 millones de años, un viaje en el tiempo a través de la observación de los estratos. Nos situamos en un mar somero, de poca profundidad, con una riqueza biológica sin precedentes. Debido a su abundancia y alta distribución, los trilobites aparecen como los principales representantes tanto del mencionado periodo como de la propia era paleozoica completa. De esta manera, los trilobites consiguieron dejar su huella en las arenas que darían lugar a las cuarcitas y que hoy podemos contemplar en Cabañeros y muchos otros lugares de nuestra geografía.
Parada 2. ¿Qué tipo de información puede proporcionar las huellas de trilobites sobre el modo de vida de estos organismos, su biología y comportamiento? Intenta relacionar estas estructuras geológicas con el posible ecosistema Ordovícico, estableciendo posibles diferencias y similitudes con los actuales ecosistemas marinos.
A lo largo de la ruta se aprecia una clara acción de los agentes geológicos externos e internos, los cuales han ido moldeando a lo largo del tiempo el paisaje actual, así como la geomorfología existente en la zona.
Las Torres del Estena |
Parada 3. Observa la imagen de las conocidas como Torres de Estena, así como el paisaje general. Explica los principales agentes geológicos que han actuado en la zona, justificando el motivo por el que aparecen estructuras menos erosionadas y otras zonas más castigadas.
Los animales de cuerpo blando difícilmente encuentran la manera de fosilizar, en el Boquerón de Estena se encuentra una clara excepción, pues se aprecian huellas gigantes de galerías generadas por la actividad de gusanos marinos que buscaban alimento y refugio en la arena de esos mares primitivos.
Huellas de gusano gigante del Ordovícico |
Parada 4. Investiga cómo se ha podido originar este fósil son partes óseas o estructuras duras en el animal. Describe brevemente el proceso de fosilización.
Llegado a este punto resulta indiscutible la riqueza paleontológica con la que cuenta esta zona, además de la interacción con la flora y fauna actual, generando un ecosistema único que une pasado y presente, siendo vital la conservación de este espacio mediante la toma de conductas activas por parte de la ciudadanía.
Parada 5. Traza una estrategia con distintas medidas que permitan una buena conservación del paraje natural y geológico descrito.
Parada 6. Fin del trayecto. Realiza una descripción personal del paisaje ayudándote de alguna de las imágenes vistas, en donde se tenga en cuenta la flora, la fauna, las estructuras geológicas, las interacciones entre cada elemento, etc...