Dado el siguiente corte, se procede a reconstruir la historia geológica de la región:
Hace millones de años, durante el Paleozoico, en un medio difícil de especificar debido a la ausencia de fósiles guía, se formaron los gneises por un metamorfismo regional de grado alto a causa de un aumento de la presión y/o temperatura en la zona. Dichos gneises sufrieron un plegamiento interno de su estructura, posiblemente durante la orogenia caledoniana (Silúrico-Devónico). Los siguientes materiales depositados, brechas y conglomerados, datan del Pérmico, por lo que falta el registro de varios periodos geológicos (Silúrico, Devónico y Carbonífero). Se puede postular que el conjunto quedó expuesto en superficie a los agentes geológicos externos sufriendo una fuerte erosión que podría haber borrado varios estratos, otra posibilidad sería una ausencia de sedimentación durante la citada franja temporal, hablando de una laguna estratigráfica e hiato, respectivamente. El contacto entre el material metamórfico y los materiales sedimentarios superiores constituye una inconformidad (2).
El estrato formado por brechas y conglomerados también muestra signos de erosión ya que no aparece representado ni en la cara norte ni en la sur, generando en dichas porciones una laguna estratigráfica. Seguidamente, durante el Triásico se forman arcillas y yesos, en un ambiente evaporítico. El estudio de los materiales que se depositan sobre este último estrato, prestando atención a su granulometría permite intuir una posible transgresión marina. De esta manera se originan las calizas, por posible acumulación de materiales carbonatados de los restos de organismos marinos con concha.
Más tarde, durante el Cretácico, se forma un estrato de margocalizas con contacto concordante respecto al depósito inferior. Asimismo, acontece una fase de fuerte actividad tectónica y magmática, lo que genera la intrusión de algunos materiales de naturaleza ígnea en la serie descrita, formando las rocas ígneas observadas tras su enfriamiento. Por la disposición de las rocas ígneas en paralelo al resto de estratos se puede intuir la presencia de una masa de material ígneo en las proximidades de la zona de estudio, no apareciendo representada en el corte, pero sí siendo la fuente de este material incandescente, formando una serie de filones capa y lopolitos. Además, el conjunto sufre deformaciones plásticas en una fase de plegamiento que genera una sucesión de pliegues anticlinales y sinclinales, posiblemente durante la orogenia alpina. El elevado número de esfuerzos y tensiones producidas en la zona generaron la falla normal (3) observada en el corte.
El conjunto emerge completando una regresión marina, se erosiona fuertemente hasta conformar una penillanura. Es en ese momento en el que se vuelve a iniciar una última serie de deposición que comienza con la acumulación de arenas y limos. El contacto de estos materiales con la serie infrayacente se trata de una discordancia erosiva y angular (1). Por último, se asientan los conglomerados de manera continua a las arenas y limos. En la actualidad los agentes geológicos externos continúan configurando el relieve en superficie. Se observa en el centro del corte una fuerte erosión de los materiales cenozoicos, posiblemente debida a la influencia fluvial, poco a poco se va excavando un valle donde se llegan a intuir incluso estructuras geomorfológicas como las terrazas fluviales.