Historia geológica resuelta 7

Dado el siguiente corte, se procede a reconstruir la historia geológica de la región:

 
 
Hace millones de años, durante el periodo Carbonífero, se formaron los esquistos y gneises por metamorfismo regional de grado alto ante un aumento considerable de la presión y/o temperatura. Dichos materiales metamórficos sufrieron un plegamiento interno, posiblemente producido durante la orogenia hercínica acontecida desde el final del Devónico y mediados del Pérmico. Más tarde, el conjunto quedó expuesto a los agentes geológicos externos, ocasionándose una fuerte erosión superficial hasta la formación de una penillanura.
 
Más tarde, durante el Triásico, se inicia una nueva serie de deposición, junto con el comienzo de un episodio de transgresión marina, depositándose en primer lugar arcillas y lutitas, en un ambiente sedimentario lodoso. El contacto establecido entre este estrato de naturaleza sedimentaria con el subyacente de origen metamórfico constituye una inconformidad. De manera concordante a las arcillas y lutitas, se forman las calizas con restos de ammonites, con una antigüedad que data del Jurásico. Las calizas posiblemente se formaron debido a las altas concentraciones de carbonato cálcico producidas por los esqueletos carbonatados de los organismos marinos con concha. Así, los ammonites aparecen como excelentes fósiles guía para la era mesozoica. Por último, la serie del Mesozoico concluye con las areniscas y niveles de carbón formada en el Cretácico. La presencia de restos de carbón permite intuir un paleoambiente palustre, encharcado con influencia de especies vegetales, cuyos restos quedaron integrados en los estratos para originar dicho biocombustible.
 
Llegado a este punto, coincidiendo con la orogenia alpina, se desarrolla un periodo de alta actividad tectónica en la región estudiada, lo cual produce el basculamiento del conjunto hacia el oeste. Además, se continúan ejerciendo esfuerzos distensivos, que terminan generando tres fallas normales (ambas 1 y la 2). Se produce una regresión marina que termina por generar el afloramiento del conjunto a la superficie donde queda sometido al continuo desbaste erosivo de los agentes geológicos externos, generando una nueva penillanura.
 
Durante el Cenozoico, se inicia una última serie de deposición, como se puede contemplar comienza con la formación de calizas con restos de corales. Esta presencia coralina en las calizas muestra un nuevo evento de transgresión marina, en el que el mar vuelve a inundar la región. Así, también aporta valiosa información sobre las condiciones ambientales de aquel mar primitivo, pues los corales se desarrollaban en aguas con poca profundidad, cristalinas, con alta influencia de nutrientes y unas temperaturas medias de unos 16ºC. El contacto de este estrato muestra un ángulo de disposición diferente a la serie previa, por lo que se trata de una discordancia angular. Más tarde, se observa como una masa de material ígneo incandescente, posiblemente procedente de una cámara magmática subyacente, aprovecha las grietas producidas por las fallas para subir hacia la superficie, el magma se va consolidando y enfriando a medida que es expulsado, generando andesitas. La constante expulsión de materiales va generando dos edificios de origen volcánico. 

Por último, ocurre otra bajada del nivel del mar o regresión marina, emergiendo nuevamente el conjunto a la superficie, se aprecia una clara influencia del agua como agente modelador del relieve, ya que a la derecha donde finaliza la falla se aprecia una erosión por posible arrastre de masas de agua que han ido desgastando y erosionando algunos de los estratos. Ya durante el Cuaternario esa oquedad es ocupada por gravas y arenas en un ambiente continental. Las gravas y arenas, establecen tres tipos de contactos, en primer lugar, con las calizas con corales, al ser ambos estratos paralelos y existir erosión previa se habla de una disconformidad. En segundo lugar, hacia el este, el contacto con las rocas metamórficas se trata de una inconformidad y en tercer lugar, con los materiales inferiores que están erosionados pero con un distinto angulo forman una discordancia erosiva y angular. De esta manera queda configurado el paisaje de esta región en la actualidad , donde la fuerte pendiente de la cara este procura un arrastre de materiales notorio durante las lluvias continuando así el devenir de eventos geológicos enmarcados en un planeta geológicamente vivo.
 

Entradas que pueden interesarte